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Introducción

El trabajo a distancia o teletrabajo es cualquier tipo de acuerdo laboral para trabajar desde el domicilio o, de manera más general, fuera de las instalaciones del empleador o en un lugar fijo. En general, el trabajo a distancia es posible gracias a las tecnologías digitales (por ejemplo, ordenadores personales, teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles, paquetes de software e internet).

El teletrabajo ha experimentado una evolución significativa en los últimos años debido a un cambio notable en su aceptación y adopción generalizada en empresas e instituciones. Algunos aspectos clave que han favorecido su implantación son:

• Los avances tecnológicos: El desarrollo de tecnologías de la información y la comunicación más avanzadas ha permitido una comunicación más efectiva y una colaboración sin problemas entre equipos remotos. Las plataformas de videoconferencia, las herramientas de gestión de proyectos en la nube y el software de comunicación en tiempo real han mejorado, dando viabilidad práctica al teletrabajo.

• El cambio cultural y actitudinal: Cada vez más, las empresas adoptan una mentalidad más abierta hacia el teletrabajo, reconociendo sus beneficios tanto para los empleados como para la organización en términos de flexibilidad, reducción de costos y productividad. Esto ha llevado a una mayor aceptación de modelos de trabajo híbridos y flexibles.

• Las políticas y regulaciones: Muchos países han implementado políticas y regulaciones específicas para el teletrabajo, asegurándose de que los trabajadores remotos tengan los mismos derechos y protecciones laborales que aquellos que trabajan presencialmente. Estas regulaciones abordan temas como el tiempo de trabajo, la seguridad laboral y el derecho a la desconexión.

A medida que el teletrabajo se hace cada vez más común, se hace más necesario prestar atención al bienestar de los empleados que trabajan a distancia y al cuidado de su salud. En ello hace especial hincapié la campaña Trabajos seguros y saludables en la era digital 2023-2025 de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo.

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Puedes autoevaluar tu puesto de teletrabajo ante ordenador con la aplicación ErgonizaT. Haz click en el botón ErgonizaT de más arriba.

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Los riesgos más comunes en el trabajo a distancia derivan del mantenimiento de la postura sedente durante largo tiempo, de los movimientos repetitivos de los dedos, las manos y las muñecas, del mantenimiento del brazo, antebrazo y muñeca en posturas incómodas, de la presión de contacto elevada en la muñeca que maneja el ratón (mouse) y del mantenimiento del cuello en posiciones de giro, flexión o extensión elevada.

En general, los riesgos más comunes para la salud de los trabajadores a distancia son los organizacionales y psicosociales, los derivados del entorno físico (fatiga visual y disconfort térmico) y los riesgos ergonómicos. Si bien las cifras exactas pueden variar según los estudios y las regiones, se han observado tendencias preocupantes de la prevalencia de los Trastornos Músculo-Esqueléticos (TME) relacionados con el trabajo frente a ordenadores.

Según la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, el trabajo frente a equipos de visualización de datos (PVDs) conlleva una serie de movimientos repetitivos realizados mayormente en una posición estática, principalmente sentada, lo que puede dar lugar a TMEs. La falta de movimiento en posición sedente puede incrementar la presión sobre los discos intervertebrales y disminuir la circulación sanguínea y el suministro de oxígeno a los músculos. Esta problemática se agrava cuando se utilizan ordenadores portátiles y se improvisan espacios de trabajo en el hogar, dando lugar a la adopción de posturas inadecuadas que contribuyen a un incremento de los TME. La falta de alineación adecuada de la pantalla, el teclado y el ratón, así como la ausencia de apoyo para los antebrazos, aumentan las molestias y la tensión muscular en la extremidad superior y la espalda.

Las condiciones ambientales en el entorno laboral también desempeñan un papel importante en la aparición de TME. Los deslumbramientos, los reflejos en las pantallas, las corrientes de aire, el ruido y la mala calidad del aire han demostrado estar relacionados con molestias en el cuello, hombros y espalda.

Además, el teletrabajo en el hogar tiende a difuminar los límites entre la vida laboral y personal, lo que a menudo lleva a jornadas laborales más extensas. Esta situación también limita las oportunidades de socializar con los compañeros, lo que, combinado con las jornadas prolongadas en una posición sedentaria, puede traducirse en un riesgo aún mayor de TME para aquellos que optan por trabajar desde casa.

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Una evaluación regular te permite identificar y corregir problemas potenciales antes de que se conviertan en lesiones o dolencias crónicas. Esto incluye verificar la ergonomía de tu silla, escritorio, pantalla, teclado y ratón, entre otros elementos.

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Un entorno de trabajo cómodo y adecuado puede ayudarte a concentrarte mejor y a ser más productivo. Al ajustar tu espacio de trabajo según tus necesidades, puedes optimizar tu rendimiento laboral.

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Al evaluar tu puesto de teletrabajo, puedes corregir malas posturas que podrían causar tensión y dolores crónicos en el cuello, la espalda y los hombros. Una postura adecuada puede prevenir problemas musculoesqueléticos a largo plazo.

Los diferentes países están adaptando y adecuando su legislación en lo relativo a la prevención de riesgos para la salud en el trabajo a distancia, desarrollando reglamentación sobre las acciones básicas para llevar a cabo una gestión integrada del teletrabajo en empresas y organizaciones, con especial énfasis en su diseño, planificación e implantación, así como el abordaje efectivo de los potenciales riesgos ergonómicos y psicosociales asociados a esta forma de organización del trabajo.

Una de las cuestiones diferenciales más relevantes del teletrabajo es la que se plantea en relación con el desarrollo de la actividad laboral en el domicilio de las personas en lugar de en los puestos en la empresa. Esto puede dificultar la evaluación de los riesgos, una de las actividades preventivas más importantes.

Esto provoca que no siempre sea posible que la persona competente en materia preventiva que realice la evaluación obtenga in situ la información. En estos casos, el evaluador puede obtener del propio trabajador toda la información acerca de los riesgos existentes, siempre que se garantice que la información obtenida sea de calidad y que se prevean las medidas de protección adecuadas.

Esto no debe confundirse con la autoevaluación de los riesgos por parte del trabajador. Algunas legislaciones (como la española) descarta la autoevaluación por parte del propio personal, función que queda reservada a personas que forman parte de alguna de las modalidades preventivas. La persona teletrabajadora podrá aportar la información que se le requiera por distintos medios (entrevistas, cumplimentación de cuestionarios, etc.) y que técnicamente se consideren más oportunos y adecuados. Tal información servirá a la persona evaluadora, junto con otras cuestiones que considere, para llevar a cabo su tarea.

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Un entorno de trabajo cómodo y ergonómico puede mejorar tu bienestar general y reducir el estrés. Un espacio que favorezca la comodidad y la concentración puede tener un impacto positivo en tu salud mental y emocional.

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Al incorporar elementos como un escritorio ajustable o una silla ergonómica, puedes fomentar un estilo de vida más activo durante tu jornada laboral. Esto puede ayudar a contrarrestar los efectos negativos del sedentarismo.

Los riesgos más comunes en el trabajo a distancia derivan del mantenimiento de la postura sedente durante largo tiempo, de los movimientos repetitivos de los dedos, las manos y las muñecas, del mantenimiento del brazo, antebrazo y muñeca en posturas incómodas, de la presión de contacto elevada en la muñeca que maneja el ratón (mouse) y del mantenimiento del cuello en posiciones de giro, flexión o extensión elevada.

La información acerca de los riesgos ergonómicos a los que está expuesta la persona que trabaja a distancia puede obtenerse mediante una metodología que ofrezca confianza respecto de sus resultados, y que permita prever las medidas de protección que resulten más adecuadas en cada caso. ErgonizaT es un procedimiento de autoevaluación de los lugares de teletrabajo y estudio puesto a disposición de los trabajadores y estudiantes por Ergonautas-UPV.

ErgonizaT se basa en la metodología Rapid Office Strain Assessment. Esta metodología ha demostrado una elevada correlación entre los resultados obtenidos cuando la evaluación es desarrollada por un experto y la obtenida mediante la autoevaluación por parte del propio trabajador.

ErgonizaT calcula la desviación existente entre las características del puesto autoevaluado y las de un puesto de características ideales. Se consideran en la evaluación los elementos más comunes de estos puestos de trabajo (silla, superficie de trabajo, pantalla, teclado, ratón y otros periféricos). Como resultado de su aplicación se obtiene una valoración del riesgo medido y un estimación de la necesidad de actuar sobre el puesto para disminuir el nivel de riesgo sobre la salud del trabajador.

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La autoevaluación periódica te permite adaptar tu entorno de trabajo a medida que cambian tus tareas laborales o tus necesidades físicas, lo que garantiza que tu espacio siga siendo adecuado y productivo a lo largo del tiempo.

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Al dedicar tiempo a evaluar y ajustar tu puesto de teletrabajo, estás invirtiendo en tu bienestar a largo plazo y en tu capacidad para desempeñarte de manera efectiva en tu trabajo.

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• Risk assessment and telework - checklist2021. European Agency for Safety and Health at Work.

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• Diego-Mas, Jose Antonio. ErgonizaT - Autoevaluación de puestos de teletrabajo. Ergonautas, Universidad Politécnica de Valencia, 2024. Disponible online: https://www.ergonautas.upv.es/metodos/ErgonizaT/ErgonizaT.php